El mes de abril es el momento perfecto para que empecemos a realizar las primeras plantaciones, pero antes de nada tenemos que adecuar la tierra del huerto. Preparar bien el suelo es imprescindible para que los cultivos que sembremos crezcan con fuerza y vigor.

A continuación, vamos a ver los trabajos básicos a realizar para poner a punto la tierra del huerto.

1. Eliminar la maleza

De forma previa a realizar cualquier otra labor para preparar el suelo del huerto, es imprescindible que eliminemos todas las malas hierbas. En la medida de lo posible tenemos que tratar de no usar productos químicos, ya que la superficie está destinada a cultivar alimentos. Para eliminar la maleza, el método más eficaz, es cavar nuestro huerto con una azada para arrancar las malas hierbas desde la raíz -así evitaremos que vuelvan a crecer con mayor facilidad-.

2. Airear el suelo

Este trabajo consiste en descompactar los terrones del suelo para aflojar y oxigenar la tierra de nuestro huerto. Para realizar esta labor es recomendable que la superficie esté humedecida y se utilice un palote para huerto que nos permitirá remover la tierra y profundizar en ella. Además, es aconsejable que realicemos un acolchado orgánico de la tierra extraída con compost antes de volver a colocarla sobre la superficie del huerto.

3. Abonar el suelo

Aunque ya hayamos enriquecido la tierra del huerto con compost, fomentaremos un mejor crecimiento de nuestras verduras y hortalizas si en este punto aportamos más nutrientes. La tierra del huerto debe ser rica en materia orgánica y en minerales. Para lograr el sustrato perfecto podemos incorporar a la tierra un poco de mantillo, humus de lombriz o estiércol.

4. Labrar el suelo

Antes de sembrar nuestras plantaciones debemos voltear y soltar la tierra del huerto. Para realizar esta labor lo más aconsejable es que utilicemos una motoazada o motocultor.

El motocultor o la motoazada tiene la gran ventaja de ser mucho más rápida trabajando que las herramientas manuales. Esta herramienta mecánica permite trabajar la tierra a más profundidad. Para lograr un buen resultado, conviene que realicemos al menos dos pasadas: primero en sentido longitudinal y después transversal.

Ahora ya tenemos preparada convenientemente la tierra de nuestro huerto para empezar a realizar las primeras plantaciones de la temporada: lechugas, tomates, espinacas, pimientos, zanahorias, calabacines, fresas…

¿Nos hemos dejado alguna labor? Desde Urban and Garden te hemos contado los trabajos básicos para que esta temporada puedas disfrutar de las mejores frutas y hortalizas, pero seguro que tienes otras muchas sugerencias o trucos ¡Cuéntanoslas en un comentario!